Soy un empresario chileno, dueño de una PYME, y he dedicado más de 30 años de mi vida al mundo empresarial. Nuestra generación ha sido testigo de cambios profundos: desde cómo se desarrollan los negocios hasta cómo los clientes interactúan con las marcas. En los últimos años, he investigado extensamente el marketing digital y, aunque no es mi área de especialidad, he llegado a comprender que es un factor decisivo para el éxito en los tiempos actuales.
Hoy quiero compartir algunas reflexiones con otros empresarios como yo, pero que han basado su éxito en el prestigio y el boca a boca. Es momento de preguntarse: ¿estamos preparados para competir con startups digitales?
La ventaja inicial de las startups digitales
A diferencia de nuestras empresas, que suelen basarse en el prestigio y la recomendación boca a boca, las startups digitales tienen la capacidad de entrar al mercado con rapidez y captar la atención de nuevos clientes en cuestión de días.
Imagínese una cadena de pastelerías con décadas de historia y una clientela fiel, basada en la calidad de sus productos. Ahora imagine que un nuevo competidor utiliza redes sociales para mostrar sus pasteles, ofrece promociones irresistibles en Instagram y permite que sus clientes pidan desde su celular. En poco tiempo, este competidor podría atraer a un público joven, curiosos por probar algo diferente, y empezar a ganar parte del mercado.
Lo que enfrentamos no es solo competencia, sino un modelo que combina innovación y velocidad para adaptarse mejor a los tiempos actuales.
La lección de las monturas de caballo
Un ejemplo histórico que siempre me hace reflexionar es el de las empresas que producían monturas de caballo. Durante siglos, estas empresas fueron pilares de la economía, pero la llegada del automóvil transformó el panorama. Muchas de ellas no supieron adaptarse y desaparecieron.
Algo similar ocurre hoy. Las startups digitales representan el cambio tecnológico de nuestra era, y si no ajustamos nuestras estrategias, corremos el riesgo de perder relevancia en un mercado que ya no se basa exclusivamente en la tradición o el boca a boca.
¿Qué podemos aprender del éxito de las startups digitales?
Las startups digitales han demostrado que el éxito no depende solo de la calidad del producto o servicio, sino de cómo se conecta con el cliente. Estas son algunas de sus claves:
1. Conquistar nuevos segmentos de mercado
Usan herramientas como Facebook Ads o Google para llegar a miles de personas interesadas en sus productos. Esto les permite expandir su alcance rápidamente, algo que muchas empresas tradicionales no han logrado.
2. Construir relaciones a través de la personalización
La tecnología les permite conocer los gustos y preferencias de cada cliente para ofrecer promociones específicas y servicios personalizados, creando así una lealtad a largo plazo.
3. Ser ágiles y adaptables
Las startups prueban, miden y ajustan sus estrategias en tiempo récord, mientras que las empresas tradicionales a menudo toman meses o incluso años para implementar un cambio.
¿Cómo mantenerse relevantes en esta nueva era?
No es necesario reinventar completamente nuestras empresas, pero sí debemos integrar estrategias digitales que complementen nuestra experiencia. Estas son algunas ideas:
1. Construir una presencia en línea confiable
Aunque nuestra reputación es sólida, necesitamos que los clientes potenciales nos encuentren fácilmente. Tener un sitio web claro, perfiles activos en redes sociales y aparecer en búsquedas de Google son pasos básicos.
2. Entender a los nuevos consumidores
Los clientes jóvenes no buscan lo mismo que los de generaciones anteriores. Por ejemplo, prefieren servicios rápidos, opciones de delivery y formas de pago digitales.
3. Incorporar tecnología sin perder nuestra esencia
No necesitamos ser expertos en tecnología, pero sí podemos apoyarnos en profesionales que nos ayuden a implementar herramientas digitales eficaces para atraer y fidelizar clientes.
Mi experiencia como empresario y aprendiz del marketing digital
A lo largo de mi investigación sobre marketing digital, he aprendido que no es necesario tener conocimientos profundos para empezar. Por ejemplo, algo tan sencillo como subir fotos de nuestros productos en redes sociales puede generar interés. Además, herramientas como Google My Business permiten que nuevos clientes nos encuentren sin gastar grandes sumas.
Lo más importante es mantener la mente abierta. Adaptarnos no significa abandonar lo que nos ha hecho exitosos, sino sumar nuevas herramientas para proteger lo que hemos construido.
Reflexión final para empresarios tradicionales
La era digital no es una amenaza, sino una oportunidad. Como empresarios mayores de 60 años, tenemos la ventaja de la experiencia, pero debemos complementarla con estrategias modernas que nos permitan conectar con nuevas generaciones.
¿Estamos listos para dar este paso? Solo nosotros tenemos la respuesta. Lo que está claro es que el mercado seguirá cambiando, con o sin nosotros.