“Una de las inspiradoras historias de emprendimiento de mi padre es un ejemplo perfecto de cómo ‘hacer dinero sin dinero’ en Chile. En un momento en que los recursos eran limitados, él decidió arrendar un local de 60 metros cuadrados utilizando dinero prestado. Con una visión clara y una determinación inquebrantable, dividió el espacio en tres locales de 20 metros cuadrados cada uno. Subarrendó cada uno de estos espacios a diferentes personas, y sorprendentemente, los ingresos de dos pequeños locales cubrían el alquiler completo del local grande, dejándole el tercer local como ganancia neta.
Este ingenioso enfoque no solo le permitió generar ingresos, sino que también demostró que con creatividad y valentía, es posible transformar limitaciones en oportunidades. Su ejemplo es una fuente de inspiración para todos los emprendedores en Chile, mostrando que incluso en un entorno desafiante, se pueden encontrar soluciones innovadoras y efectivas. Nos motiva a salir de nuestra zona de confort, a creer en nuestras capacidades y a perseguir nuestros sueños con determinación.
En Chile, donde a veces las oportunidades pueden parecer limitadas, esta historia es un recordatorio poderoso de que, con ingenio y esfuerzo, es posible aprender a hacer dinero sin dinero. No importa cuán grandes sean los obstáculos, siempre hay una manera de superarlos y alcanzar el éxito. Esta historia de mi padre es una llamada a la acción para todos los emprendedores: atrévanse, piensen fuera de la caja y conviertan sus sueños en realidad.”